Pocos son los que nacen para maravillar pero algunos son los que se atreven a cambiar este mundo, las decisiones nunca son fáciles y cuando se persigue una idea solo nuestro empeño y dedicación será nuestros eternos acompañantes al éxito.

Pero detrás de todos los logros de Steve Jobs, se escondió siempre un ser inagotable, de ideas claras e innovadoras, para él la simplicidad era símbolo de fracaso. No por nada a la edad de 26 años se convirtió en multimillonario y con una empresa en ascenso imparable, que empezó en un garage en sociedad con un amigo. Todo estaba claro, Jobs cambiaría al mundo y esto él lo sabía muy bien.

La creación de la primera línea de computadores con una interfaz amigable para los usuarios, lo puso en el ojo de la atención mundial, a pesar de que su más cercano competidor y amigo Bill Gate dominó gran parte de este mercado con su Windows, Steve nunca retrocedió, todo lo contrario, siguió innovando con el paso del tiempo.

A pesar de estar en la cúspide del poder de una empresa multimillonaria, la junta directiva de ese entonces tomó la fatídica decisión de despedirlo de la organización que él mismo había fundado, sin dudarlo, puso todas sus acciones a la orden, culminando de esa forma su primera etapa en Apple.

Steve poseía una mente clara, sabía que sus ideas llevaron a esa empresa a donde estaba por lo que su partida sería una prueba para los accionistas y nuevo líderes de su empresa. No se preocupó mucho, el destino estaba escrito.

Trece años después, su regreso era inminente, Steve Jobs asumió las riendas de la empresa una vez más en 1997, un lugar acabado por la mala administración y decisiones, su mandato duró hasta agosto del 2011 y para ese tiempo, Apple era la empresa con más capitalización del mundo, incluso mucho más que la petrolera Exxon.

En esta segunda vuelta, afianzó sus productos Mac y los software para el uso de estos computadores, siendo ampliamente aceptado por el mundo, quien según palabras de Jobs podían pagar el precio por la calidad del mismo.

Otras grandes ideas situó a Steve como una persona revolucionaria, su magno evento el Keynote, era una cita obligatoria entre los amantes de sus productos, aquí los grandes inventos que sacudieron al mundo y que perpetuó su nombre en las mentes de todos fueron anunciados, los iPop, iPhone y iPad, esta última representó su “novena sinfonía”. El mundo a partir de ese entonces no sería igual.

La constancia y pasión con la que Steve trabajaba para imaginar y crear lo hizo siempre del respeto de toda la comunidad de ingenieros, desarrolladores y empresarios a nivel mundial, años tras años las expectativas eran altas respecto a las nuevas sorpresas que este emprendedor anunciaría.

Sus sueños quedaron entre quienes lo conocieron y aprendieron de este líder por naturaleza, a su partida, Apple era una de las empresas más ricas y estable del mundo, hoy esta herencia se mantiene con esmero y profunda mística con la guía de quien quedó a cargo de su silla.

Fuente: Plan Emprendedor