“El ‘Big Data’ ha democratizado el acceso a la información”
«No es que el Big Data sea la clave del futuro, es que es ya la clave del presente». Así de contundente ha sido Pilar Torres, directora de Operaciones y Marketing de Microsoft Ibérica, en el foro Big Data: ¿oportunidades sin límite?, celebrado este jueves en Madrid y organizado por The Vodafone Institute, EL PAÍS y Data Pop Alliance. La ha secundado sin dudar Daniel Noguera, director general de Red.es, en representación del sector público: «El balance es claramente positivo, todas las aplicaciones que se pueden desarrollar con el análisis de datos solo van a tener ventajas, para los ciudadanos y para las empresas». Torres añade un aspecto fundamental: «Con las garantías de privacidad, transparencia y seguridad».
Los expertos reconocen que este es el mayor miedo de los ciudadanos: estar perdiendo el control sobre su intimidad. «Casi todas las personas se niegan a vender su privacidad, pero les dicen que si rellenan estos datos les van a regalar una caja de cereales y todo el mundo se lanza a escribir», sostiene Esteban Moro, profesor del departamento de matemática de la Universidad Carlos III de Madrid. «Esto pasa porque falta educación sobre qué implica el Big Data».
El Big Data ha existido siempre, llevamos cientos de años almacenando información, solo que ahora es a escala global
Muy pocos ciudadanos tienen claro qué es exactamente el Big Data, esa recopilación y almacenaje de millones y millones de datos de los que luego hacen uso para tomar decisiones empresas y organismos. «El Big Data ha existido siempre, llevamos cientos de años almacenando información, solo que ahora es a escala global», ha señalado Pilar Torres. Marco Bressan, jefe de análisis de datos de BBVA, va un paso más alla: «Ha democratizado el acceso a los datos, antes quien tenía la información tenía acceso al poder, ahora lo que estamos intentando es democratizar el acceso a la información».
Uno de los aspectos que más preocupa a los usuarios es la monetización de sus datos, algo que es considerado como algo necesario por los expertos. «Está claro que cuando recibes algo gratis es porque tú eres el producto, pero eso no tiene que ser un problema. Gmail es gratis porque Google utiliza tus datos para ofrecerte publicidad. Yo no veo puedo ver eso como un problema», razona Moro.
De cualquier forma, como se ha recordado en el foro, no todos los datos permiten identificar al individuo ni todos se utilizan para la creación de productos o de publicidad más personalizada. «Los datos agregados son tantos que no revelan nada sobre los individuos, los vuelven anónimos. Estamos investigando a qué escala ocurre está desaparición del individuo, porque los análisis globales tienen un valor incalculable. Recientemente, los ha utilizado la ONU para saber la evolución del ébola, por ejemplo. No todo uso de datos es perjudicial», sostiene el profesor de la Carlos III.
El director general de Legal y Regulación de Vodafone España, Pedro Peña, pide equilibrio y calma ante estos análisis: «Las decisiones que tomemos sobre el manejo de los datos van a ser tan determinantes como las que se tomaron sobre la gestión de la tierra en la era de la agricultura o las que se realizaron sobre las máquinas en el industrialismo. Hay que ser optimista, pero no se puede ser ingenuo e ignorar los riesgos para la privacidad».
Los españoles rechazan el uso de sus datos
Solo el 29% de los ciudadanos españoles ve alguna ventaja en el uso de sus datos por parte de empresas y Gobiernos. Es un porcentaje bajísimo que, sin embargo, está por encima de la media europea, según un estudio que ha realizado The Vodafone Institute con 8.000 participantes europeos, y que ha sido presentado esta mañana en Madrid en el . En general, los ciudadanos no confían en que sus datos se estén utilizando de manera correcta ni por las empresas ni por las administraciones. El Gobierno es la institución que menos confianza genera en los ciudadanos a la hora de dar los datos privados. Solo está por encima de las redes sociales o de los buscadores. En el otro vértice, las instituciones sanitarias son de las que más se fían los ciudadanos en materia de privacidad. «Hay una gran barrera entre el Big Data y los ciudadanos porque hay una falta de conocimiento y confianza», ha explicado José Luis Melero, director de clientes de TNS, durante la presentación del informe.
El 54% de los ciudadanos aceptaría menos privacidad si sus datos se utilizan para combatir el crimen
Los ciudadanos afirman que no saben ni quien, ni dónde, está capturando y almacenando sus datos. Es decir, solo el 33% de los españoles cree que los Gobiernos respetan la privacidad y el 22% sostiene que confían en que lo estén haciendo las empresas. Además, según aumenta la edad y baja el nivel de instrucción disminuye drásticamente las ventajas percibidas sobre el Big Data. «Esta falta de confianza nos lleva a pensar qué podemos hacer para mejorarla», se pregunta Melero.
El informe de Vodafone Institute da la clave: los ciudadanos están de acuerdo en que las empresas y las instituciones usen sus datos si eso les reporta algún beneficio a ellos o a la sociedad en general. Así, el 69% acepta perder esta privacidad si sirve para curar a otra persona, el 68% si le se usa para encontrar una ruta alternativa en coche más apropiada, el 63% lo admiten si le recomienda formas para ahorra y 61% si le hace ofertas interesantes. En la cuestión, ahora en alza, de la lucha contra el terrorismo, el 54% de los ciudadanos aceptaría menos privacidad si sus datos se utilizan para combatir el crimen.
Estos porcentajes ponen de relieve la disparidad sobre el conocimiento y la confianza en el uso de datos. Lo define Francisco Román, presidente de Vodafone España: «Necesitamos un consenso en la sociedad sobre qué hacer con el Big Data y aprender a tratar todo lo que supone».
Fuente: http://tecnologia.elpais.com